Imagina que tu página web es como una tienda física; esta auditoría revisa cada rincón (estructura, contenido y seguridad) para que tus visitantes tengan una experiencia cómoda y confíen más en tu negocio, incluso si no sabías que esa revisión era necesaria.

La experiencia del usuario es como la impresión que se llevan al entrar en tu tienda. Con estos indicadores, aseguramos que tu sitio cargue rápido y sea fácil de usar, para que nadie se vaya antes de conocer tus productos o servicios.

Es como poner letreros claros y pasillos ordenados en tu tienda, de modo que tus visitantes encuentren lo que buscan sin perderse, incluso si es su primera vez entrando.

Piensa en las direcciones de tu sitio como los nombres de las calles y los rótulos de cada pasillo; revisarlas ayuda a que tus potenciales clientes y Google sepan exactamente dónde encontrar cada sección.

Estas herramientas son como un mapa y un guardián de puertas para tu sitio, indicando a los buscadores qué deben ver y cómo encontrarlo, incluso si aún no sabías de su importancia.

Son como cámaras de seguridad y contadores de visitantes para tu página. Sirven para saber cuántas personas entran, qué hacen y cómo mejorar su experiencia.

Proteger tu sitio es como poner cerraduras y alarmas en tu tienda; así generas confianza y evitas que intrusos afecten tu reputación o información de tus clientes.

Si tu negocio fuera un local en la calle, esto es como colocar un rótulo visible y un punto exacto en el mapa para que la gente te encuentre rápido cuando busque en tu ciudad.

Con esta estrategia te aseguras de aparecer en los primeros puestos cuando alguien de tu zona necesita tus productos o servicios, aunque nunca antes hayas pensado en cómo funciona Google en tu ciudad.

Es como tener tu información de contacto siempre visible y consistente en todos lados, para que te llamen o visiten sin perderse ni dudar.

Piensa en salir en periódicos o guías de tu ciudad; esto da a entender a la gente (y a Google) que tu negocio es confiable y relevante en tu entorno inmediato.

Son como los titulares de un periódico; con las palabras adecuadas, llaman la atención de quien busca y lo invitan a hacer clic para conocer tu negocio.

Así identificamos lo que la gente en verdad quiere encontrar cuando busca en Google, y ajustamos tu contenido para responder exactamente esas preguntas.

Estos títulos y subtítulos ordenan la información de tu web, facilitando la lectura y mostrando a Google de qué trata cada sección.

Es como hablarle a tus clientes con un lenguaje claro y relevante para ellos, de modo que entiendan tu oferta y Google sepa que tu contenido responde a sus búsquedas.

Así tus fotos cargan más rápido y quienes no pueden verlas (o Google) entienden de qué tratan, mejorando la usabilidad de tu página.

Es como poner etiquetas claras a tus productos o servicios para que Google pueda mostrarlos de forma destacada en los resultados de búsqueda.

Imagina que reduces el tiempo de espera de tus clientes al atenderlos más rápido. Con esta técnica, tu sitio se vuelve ligero para que cargue en un abrir y cerrar de ojos.

Esto hace que los archivos pesados (fotos y videos) se carguen solo cuando el usuario los necesita, evitando que tu página se sienta lenta desde el principio.

Es como guardar ciertos elementos en la memoria, de modo que, cuando tus visitantes regresan o navegan a otra sección, todo cargue más rápido.

Es como evitar pasillos cerrados o puertas rotas en tu tienda; con las redirecciones adecuadas, tus visitantes siempre encuentran lo que buscan.

Usamos estas “señales” para indicarle a Google qué páginas mostrar y cuáles no, evitando duplicados y confusiones en los resultados de búsqueda.

Igual que arreglar techos con goteras, revisamos cada enlace de tu sitio para que ningún visitante se encuentre con un “camino bloqueado”.

Es como si otros negocios reconocidos recomendaran tu tienda; Google valora estas referencias y te posiciona mejor en las búsquedas.

Piensa en aparecer en noticieros o revistas en línea que hacen que más personas te descubran y confíen en tu marca.

Mantener tu ficha actualizada con fotos, horarios y reseñas ayuda a que más usuarios locales te encuentren y te elijan.

Cuando tu contenido es útil y llamativo, otros sitios web lo comparten de manera natural, reforzando tu autoridad sin necesidad de pagar por ello.

Significa mostrar Expertise, Experience, Authoritativeness y Trustworthiness (experiencia, autoridad y confiabilidad) para que Google y tus clientes sepan que tu negocio es realmente experto en lo que hace.

Conectamos tu página con sitios que hablen de lo mismo o tengan relación con tu sector, para que tus futuros clientes te encuentren con más facilidad.

Es como visitar las tiendas de tu competencia para ver en qué se destacan y detectar oportunidades que tal vez no sabías que existían.

Buscamos qué buscan los clientes potenciales y qué temas no están bien cubiertos, así tu negocio puede destacar donde otros no lo hacen.

Utilizamos herramientas avanzadas para saber qué palabras están usando tus competidores, para que podamos superarlos en los resultados de Google.

Es como revisar los estantes de los competidores para ver qué productos ofrecen y cómo los exhiben, de modo que podamos posicionar mejor los tuyos y ganar más clientes.